El agua es un solvente universal. Muchas moléculas orgánicas e inorgánicas se disuelven en él y pueden ser transportadas desde el lugar del cuerpo humano a otro, e incluso en los océanos.
La segunda propiedad importante del agua es su calor específico más alto, menor que el amoníaco.
Esta propiedad hace que la vida de los animales en tierra y especialmente en el mar sea fácil para ellos.