Los gatos se limpian después de comer para eliminar el olor de la comida que acaban de comer.
Este es un hábito que cumple un propósito muy importante en la naturaleza: les ayuda a evitar la detección de depredadores más grandes. Quieren deshacerse del olor de lo que acaban de comer para evitar ser perseguidos y comidos.
Dado que la comida húmeda es mucho más olorosa que la comida seca, su gato debe pasar un poco más de tiempo librándose del olor que con la comida seca.