Cosas de las que me podría importar menos hasta que haya tomado mi café:
Podría ser el comienzo de un día perfecto y no lo sabría si aún tuviera que tomar un sorbo de mi café de la mañana. Si bien no estoy exactamente en el punto en mi vida donde necesito estar conectado a un IV con cafeína, estoy llegando allí.
Dicho eso, hasta que ese café toque mis labios por la mañana, lo siguiente no me importa un poco:
- Lo que me parece, pelo raído, gafas y nada de mi apariencia.
- Lo que huelo por la mañana, las mañanas son asquerosas, pero me vuelvo ciego a la nariz por la mañana hasta que huelo mi taza de Joe.
- El clima afuera, está lloviendo granos de café y luego IDGAF
- Mi agenda es para el día, podría ir a la corte o retirar un cheque por un millón de dólares y no me eliminarán hasta que haya cafeinado mi sistema.
- Cuánto tiempo tengo (o no tengo) tiempo para prepararme. Me moveré lentamente hasta que reciba el primer golpe, me refiero a un sorbo de lo bueno.
- Mi relación con las personas que encuentro en el camino a la cafetera: mis padres, mi novio, mis hijos, ¡demonios! quien sea que tal vez, no existen hasta que tenga una taza en mi mano.
- A quien hice esa noche anterior, es broma … más o menos. Realmente no. Lo que sea
- Lo que hice la noche anterior, esto se aplica principalmente para los viernes, sábados y domingos por la mañana.
- Donde están mis pantalones, en realidad nunca me importa dónde están mis pantalones. LOL
- Si mi cama ya está hecha o no, provenir de un fanático de la vida limpia debería decirle cuánto café importa.
- Que tan mal tengo que ir al baño, que siempre realmente, muy mal cuando me levanto por la mañana.
- ¿Qué voy a usar ese día, una blusa de lunares con faldas de leopardo? Claro, eso suena lindo, digo antes de tomar mi café.
- Mi alarma de timbre que todavía no me he apagado en serio, mis sentidos no están encendidos hasta que bebo mi jugo feliz de la mañana.
- Si paso por mi cola de mascotas, creo que es aquí donde debo admitir que soy un adicto al café.
- Cualquier cosa que me estrese, mis relaciones, mi hijo, mis amigos de la alta sociedad y cualquier otra cosa que me estrese durante el día aún no existe. Esta es la única vez que dudo en tomar mi café, porque un mundo sin estrés es un gran mundo.
- Llamadas perdidas y mensajes de texto Las notificaciones rojas que me vuelven loca no son más que recordatorios de que tendré una vida una vez que comience el día.