La carbonatación es una parte importante del proceso de fabricación de cerveza, ya que proporciona una chispa a la bebida opaca y plana, que la hace viva y fresca.
Cuanto mayor sea el burbujeo, significa mayor C02, que tiende a enmascarar algunos de los sabores delicados de la cerveza, que resultan de su rica combinación de grano malteado, levadura y lúpulo.
Tradicionalmente, la cerveza ha sido acondicionada en barriles utilizando un proceso natural de fermentación secundaria que introduce C02 en la cerveza y le da sus burbujas. A principios del siglo XX, se introdujo un proceso artificial de carbonatación cuando se comenzó a servir cerveza de barril a partir de contenedores presurizados llamados barriles. Cada uno de estos métodos tiene sus propias ventajas y desventajas e influye de manera importante en el sabor y la sensación en la boca de la cerveza.
Aquí hay una explicación más detallada de la carbonatación de la cerveza y su efecto sobre el sabor.