¿Cómo se ve afectado un campesino en un país en desarrollo por los tipos de cambio?

Analizar el impacto de las fluctuaciones monetarias en los campesinos es un poco complicado, porque los antiguos hogares son tanto consumidores como productores. Desde el punto de vista de la producción, una depreciación real es beneficiosa para los productores de bienes y servicios comercializables: los precios que reciben por su producción aumentan en proporción directa al grado de depreciación, mientras que los precios que pagan por los insumos -particularmente los trabajadores contratados- tienden a subir menos La mayoría de los productos agrícolas son comercializables, en el sentido de que sus precios se ven fuertemente afectados por los precios en la frontera, incluso si determinados agricultores venden su producción localmente. Como resultado, la rentabilidad de la agricultura se ve incrementada por la depreciación. Por otro lado, una depreciación aumenta el costo de los bienes comerciables para los consumidores, lo que reduce su ingreso real, al menos en el corto plazo. Una regla general útil, entonces, es que los hogares agrícolas que venden más alimentos de los que compran, es decir, si son vendedores netos de alimentos. Esta condición normalmente se aplica a todos menos a los agricultores más pequeños, aquellos cuyas granjas son tan pequeñas que comen su propia producción y compran más con los ingresos obtenidos a través del trabajo no agrícola. Como compradores netos de alimentos, estos pequeños productores verán caer sus ingresos reales, al menos a corto plazo.

Por favor, reconozca, sin embargo, que observar estos problemas aisladamente puede ser engañoso. Si el país necesita depreciarse para evitar una crisis financiera u otro problema macroeconómico grave, la depreciación se justifica independientemente del impacto a corto plazo en los hogares individuales. De manera similar, si el tipo de cambio real está actualmente sobrevaluado, una depreciación real puede ayudar a restablecer el crecimiento, lo que beneficia a todos los hogares al crear oportunidades de empleo en nuevas industrias que pagan mucho mejor que la agricultura en pequeña escala. Particularmente para los agricultores más pobres y de menor escala, esas nuevas oportunidades pueden ser su camino para salir de la pobreza. En resumen, debe pensar en los efectos dinámicos de una depreciación, así como en los efectos estáticos.

Todo está conectado. Podríamos pensar que, dado que no usamos divisas, estamos aislados de los movimientos en las tasas de cambio, pero eso no es cierto, ni siquiera para los agricultores.

Los agricultores usan electricidad que se alimenta con carbón que se importa, y cuyo precio puede variar según la tasa de cambio. Su producción de granos podría exportarse, por lo que un tipo de cambio beneficioso podría significar más ingresos para ellos. Podrían estar comprando muchas cosas para el uso diario, cuyos precios varían lentamente de acuerdo con los movimientos a largo plazo en la tasa de cambio.

No es una relación clara y directa, pero existe no obstante.

Supongamos que su país devalúa su moneda:

El agricultor encontrará que tiene que pagar más por herramientas y equipos importados.

El producto (trigo) de su país y los productos elaborados con él (harina) serán más baratos en el mercado mundial, por lo que su demanda debería aumentar, y debería poder vender un poco más por un precio un poco más alto.