Personalmente, creo que estaría bien. Sí, el refresco se congelaría, y el diferencial de presión tensionaría la botella, y el frío haría que el plástico se volviera más quebradizo. Pero las botellas de gaseosas no se rompen en el congelador, creo, y no se rompen si las sacudes y la carbonatación burbujea, ni se rompen en aviones donde la presión de la cabina es aproximadamente la mitad del nivel del mar.
Suena como un experimento divertido si puedes poner tus manos en una cámara de vacío. ¡YouTube te espera!