Una amiga mía que tiene problemas de TOC ingresó en un hospital donde sintió que los baños no estaban lo suficientemente limpios como para que ella los usara. Pasó 48 horas sin orinar.
Sin embargo, en ese momento, se encontraba en una situación angustiosa y los médicos estaban a punto de colocarle un catéter. Afortunadamente, alguien tuvo el ingenio de hacer una limpieza profunda del inodoro con su mirada, por lo que fue capaz de usarlo.