En primer lugar, la humanidad nunca podría producir oxígeno y alimentos sin plantas. Podríamos sintetizar oxígeno a partir de compuestos, pero crear alimentos sin plantas sería una tarea muy difícil.
Hipotéticamente, si logramos hacerlo, podríamos terminar reduciendo la cubierta forestal en busca de espacio y recursos, ya que no los necesitamos más. Al hacerlo, destruiremos las especies que dependen de estos hábitats para sobrevivir, destruyendo así el equilibrio ecológico en la naturaleza. La biodiversidad desaparecería, lo que podría provocar la muerte de muchas especies a largo plazo. La humanidad podría terminar siendo el único superviviente del planeta Tierra junto con algunas otras criaturas como la cucaracha.
Actualmente, nuestra dependencia de los árboles para obtener oxígeno y alimentos es lo único que nos impide matar a todos los seres vivos del planeta con fines de lucro.