Las mejores ideas ya son bien conocidas:
– Deje de gastar agua haciendo cosas como lavar un automóvil o pasar la manguera por un camino de entrada.
– Reemplace los céspedes de alta demanda de agua con arbustos de bajo consumo de agua y plantas del desierto.
– Reemplace los grifos, inodoros y cabezales de ducha con variedades de bajo flujo y conserve el agua donde pueda.
Todo esto solo representará una parte del uso total de agua de una región. En lugares como California, la mayor parte del agua se destina a la agricultura y la industria. Eso significa que restringir su acceso al agua tendrá un impacto directo en la economía de la región y la mayoría de los gobiernos no están dispuestos a hacer ese sacrificio. Las condiciones severas pueden requerir el traslado de las fábricas y que los agricultores cambien sus cultivos o permitan que sus tierras permanezcan en barbecho. Sin embargo, casi nunca se toman estos pasos. Para la agricultura, los pasos menos drásticos implican principalmente cambiar la forma en que se lleva a cabo la irrigación: por ejemplo, regar solo por la noche en lugar de durante el día e instalar sistemas de riego por goteo en lugar de rociadores.
Estos son pasos para reducir el uso, pero hay otros lugares además de las presas y las aguas subterráneas de donde podemos obtener agua. Las plantas de desalinización son extremadamente caras, pero pueden valer la pena el costo para las comunidades cercanas al océano. Las plantas de reciclaje de agua son una idea maravillosa, pero las personas tienden a sentirse completamente disgustadas por la idea de beber agua de inodoro reciclada, incluso cuando está más limpia después de la purificación que lo que ya está saliendo de sus grifos.
