Algunos alimentos causan mal aliento a través de procesos metabólicos que son subproductos de la actividad bacteriana.
Sugar, por ejemplo, es uno de los principales culpables en esta categoría.
Otros alimentos se absorben en el torrente sanguíneo y es prácticamente imposible deshacerse de ellos.
El ajo es un ejemplo de uno de los principales culpables de este tipo de mal aliento. Tienes que esperar alrededor de 24 horas hasta que ese olor a ajo deje de filtrarse a través de tus poros. . .