En primer lugar, tengo que disputar la suposición subyacente en esta pregunta. La cerveza no siempre sabe mejor si se sirve fría. La temperatura adecuada para la cerveza varía según el estilo de la cerveza.
Las cervezas más prevalentes (Budweiser, Coors, etc., también conocidas como “macrobrews”) suelen servirse tan frías como frías. ¿Por qué? Cuanto más fría es la cerveza, menos lo saboreas (ya que tus papilas gustativas son agradables y entumecidas), y más como beber un buen vaso de agua refrescante (o té frío helado o limonada). El aspecto “refrescante” de una bebida fría es casi todo lo que estas cervezas tienen para ellos.
Cuando se convierte en cervezas artesanales (“cervezas artesanales”), la temperatura a la que mejor le sienta una cerveza determinada dependerá del estilo. Una guía general:
- Bien frío (todavía no hablamos helado, en cambio, alrededor de 40 F): Pilsners y otras lagers pálidas, sidras duras, etc., debido a sus sabores limpios y simples.
- Enfriados (alrededor de 45 F): lagers oscuros (como dunkels), pale ales, cervezas de trigo.
- Ligeramente refrigerado (alrededor de 50 F): baja en alcohol IPA y stouts, ámbar ales, tripels.
- Temperatura de la bodega (alrededor de 55 F): Stouts, IPAs imperiales, cervezas agrias (lambics, gueuzes, etc.), cervezas escocesas, dubbels.
- Ligeramente por debajo de la temperatura ambiente (alrededor de 60 F): cervezas oscuras complejas y ricas, como barleywines, stouts imperiales y quads.
Como regla general, cuanto más oscura y más compleja sea la cerveza, más cálido será el servicio. Piense en esto como algo similar a las diferentes temperaturas de servicio del vino.
Servir cerveza a la temperatura correcta es probablemente lo mejor que puede hacer para mejorar su experiencia con la bebida de cerveza (siempre que ya esté vertiendo su cerveza en un vaso, ¿no?). Para probar esto, ponga a enfriar un barleywine (u otra cerveza que se sirva mejor caliente), y pruébelo cada diez minutos más o menos a medida que se calienta. Notarás un cambio asombroso en el sabor.