¿Puedes beber agua en Yom Kipur?

En la Torá (Levítico) se nos dice que el Día de la Expiación es

  1. Un Sábado de Sábados, por lo tanto, aún sigues todas estas reglas si Yom Kippur está en Sábado
  2. Para afligirse a sí mismo (no al “alma” como a un espíritu; de hecho, su alma se eleva a niveles angélicos en Yom Kipur), hay otros ejemplos de este uso)

¿Cómo nos afligimos? El Talmud y Mishna dan 5/6 reglas:

  • Sin comer y sin beber
  • Sin zapatos de cuero
  • Sin relaciones matrimoniales
  • Sin bañarse ni lavar
  • Sin untar

Entonces, beber no estaría permitido. Sin embargo, como con todos los mandamientos:

  • No son necesarios, excepto para la práctica de los mandamientos de alguien menor de edad como bar mitzvah / bat mitzvah (13 y 12 respectivamente)
  • Excepto por tres (idolatría, adulterio, asesinato) no necesitan cumplirse cuando existe un riesgo de vida (es decir, mujeres embarazadas, ciertas personas mayores, etc.)

Aun así, incluso en los casos anteriores, sería muy recomendable beber / comer en porciones muy pequeñas, a fin de evitar las medidas mínimas de una sola vez, de modo que todavía existe la posibilidad de que se cumplan las restricciones. Es un día transformativo.

A menos que se trate de vida o salud, los partidarios religiosos no permiten el agua potable. La idea es que el observador esté “afligiendo al alma” para expiar los pecados del año pasado.

Las personas mayores, las mujeres embarazadas, los niños menores de 9 años y las personas enfermas están exentas de esta práctica.

Considere que Yom Kippur es una oportunidad para abnegar por completo al ego, permitiendo que la naturaleza esencial de nosotros mismos esté completamente conectada con la presencia de lo Divino. En la medida en que estemos dispuestos a liberar nuestros archivos adjuntos a cualquier cosa, creamos el espacio para estar conectado a Todo. Nos convertimos en ángeles, sin necesidad de ninguna sustancia o sustento más allá del ser misericordioso de nuestro Creador; Al renunciar a la comida, el perfume, la ropa de color, las relaciones sexuales y el agua, trascendemos nuestra dependencia del mundo tridimensional y nos convertimos en un espacio para perdonar y ser perdonados.