En resumen, ¿los cultivos comerciales en crecimiento benefician a la mayoría de los que viven en países en desarrollo?

Esta pregunta debe definirse más claramente para que tenga una respuesta significativa.

Viendo el nivel del continente, ni “sí” ni “no” tienen mucho sentido.

Mirando el nivel del estado nación, la respuesta depende mucho de si los cambios macroeconómicos, como el aumento del PIB, la reducción del déficit comercial, etc. conducen a beneficios para la población en general. Esto a su vez dependerá del nivel de corrupción y del nivel de desarrollo económico. Otro factor es la política agrícola del gobierno de cada nación. Las políticas agrícolas, en general, han sido desastrosas en África; en parte debido al clima político posterior a la independencia y en parte debido a los programas de ajuste estructural impuestos a muchos países.

En cuanto al nivel local (condados, distritos, ciudades y agricultores), el beneficio dependerá de cada actor de la industria. El balance de cuánto se agrega (trabajos principales, trabajos secundarios, educación, agricultores externos, desarrollo social, infraestructura, etc.) y cuánto se quita (tierra, trabajo, etc.)

En general no, debido a los ciclos de auge y caída.

Puedo pensar en una excepción en Malasia, que usó plantaciones de palma aceitera y caucho para crear suficiente riqueza para la transición a una economía más industrializada, y eventualmente producir sus propios automóviles. Al igual que Noruega, sabiamente utilizando sus reservas de petróleo esto no sucede en la mayoría de los casos, y cuando la demanda colapsa, los países que dependen de cultivos comerciales tienden a ser gravemente perjudicados, y los pobres, inevitablemente una mayoría en las economías en desarrollo, tienden a ser los más perjudicados por el precio colapso.