Las empresas expiden las fechas de caducidad como “no vendas después de esta fecha”. Según su estudio de mercado, el producto puede comenzar a degradarse en un sabor o textura “ideal” después de esa fecha, especialmente si alguien compra algo con la intención no comerlo o beberlo poco después de comprarlo, por lo que la empresa pone un poco de margen de maniobra en la fecha de vencimiento para asegurarse de que cuando coma o beba su comida, sepa tan bien como esperaba, para que pueda seguir comprando su producto .
Habiendo dicho eso, el yogurt, si se mantiene a la temperatura adecuada, probablemente sea seguro para comer. La mejor forma de saberlo es usar los sentidos para determinar si lo es.
- Míralo. ¿Todavía tiene la consistencia del yogurt que no ha caducado? ¿Es el color correcto para el sabor del yogurt? Por ejemplo, si lo que se supone que es el yogur de fresa se ve marrón, probablemente no sea bueno.
- Huelelo. ¿Huele como si estuviera bien? Cuando la comida se pone mal, huele mal. Si el yogur huele como el yogur, entonces probablemente sea bueno.
- Pruebalo. Tome una cantidad muy pequeña en la punta de su dedo o una cuchara y tóquela a su lengua. ¿Sabe como el yogur normalmente? Si es así, entonces es seguro comer.
Estos tres pasos funcionan para casi todos los alimentos. Si en alguno de los pasos la respuesta es no, entonces tírela. Mejor prevenir que lamentar.
