La disciplina pura y científica del ayuno intermitente no depende de la creencia ficticia de que si se consumen menos calorías, se perderá peso. De hecho sucede lo contrario. Cuando se consumen menos calorías, la cantidad de calorías que quema el cuerpo simplemente disminuye, lo que lleva a una disminución significativa del metabolismo en reposo durante la “dieta”, lo que le permite ganar casi cierto peso cuando la dieta se detiene.
Con el ayuno intermitente, cualquiera que sea el método que desee utilizar, se consumen cero calorías durante un tiempo determinado (por lo general, de 16 a 20 horas por día, incluido el tiempo de reposo). En este tiempo de ayuno, debido a la disminución de la insulina (que no es así si estás ingiriendo calorías, aunque menos), el metabolismo en reposo aumenta, la hormona del crecimiento y la epinefrina aumentan y tu capacidad para utilizar oxígeno (VO2max) mejora, todos los mecanismos para iniciar tu metabolismo en reposo. Solo cuando la insulina es baja, las reservas de grasa comienzan a quemarse como combustible y las cetonas proporcionadas a partir de esto brindan atención y claridad, todos los beneficios adicionales del ayuno.
Con el ayuno no hay conteo de calorías ni medición de porciones, no hay productos especiales y no hay ‘dietas’.