¡Sí!
Cuando tenía 17 años mis padres me enviaron a Valladolid en España para quedarme con una familia para mejorar mi español. Tenía (y lamentablemente aún tengo) muy poco español y la familia no hablaba inglés, por lo que nuestra comunicación se limitaba a las señales de mano y las pocas frases que conocía.
Yo era bastante quisquillosa y la bendije, la madre no era la mejor cocinera, así que la mayoría de las comidas en el hogar me permitían comer el pan y los cafés con leche UHT y un huevo frito solo a las 11pm (como un reloj). También debo señalar que mi papá es alérgico a la mayoría de los peces, así que nunca comimos pescado en casa …
Una noche, la madre me había cocinado algo especial y aprendí que en realidad era un manjar … eran patas de calamar con su propia tinta. Miré el cuenco con un pánico absoluto, ni siquiera podía soportar siquiera probarlo. Podía ver los tentáculos tan claramente con todas las pequeñas cosas circulares.
La pobre mujer estaba muy ofendida, hasta el día de hoy me siento mal por no probarla, ¡pero realmente no creo que pudiera haberla domado!
No se veía tan apetitoso como la foto adjunta, pero se entiende la idea …