El café llegó a Inglaterra antes del té. Había cafés en Londres antes de 1640, pero las importaciones de té de China e India no comenzaron hasta alrededor de 1700.
Cuando los puritanos y otros colonos estadounidenses abandonaron Inglaterra, se llevaron consigo el hábito de beber café. No fue una idea o gusto estadounidense.
A principios de la década de 1700, el consumo de té se desarrolló también entre los colonos ingleses en América del Norte y ese fue el mensaje principal de la llamada Boston Tea Party. Al destruir unos £ 6 millones de [valores modernos] de té, los rebeldes estaban haciendo una declaración sobre una nueva tendencia de la moda de Inglaterra. A partir de entonces, el té fue considerado por los importadores como un producto arriesgado; pero el café de las colonias españolas era “seguro”.
