Además de mantenerse mucho más tiempo, el valor nutricional de los higos aumenta cuando se secan. Una media taza de higos frescos, por ejemplo, proporciona tanto calcio como media taza de leche, pero un solo higo seco contiene casi tanto calcio como un huevo. Ya sean frescos o secos, los higos contienen poderosos antioxidantes que neutralizan los radicales libres en su cuerpo y combaten las enfermedades.
Sin embargo, consuma los higos con moderación porque contienen fructosa que puede ser perjudicial para su salud en cantidades excesivas.