Normalmente puedes. La mayoría de los restaurantes no tienen comida “amigable para los niños pequeños”, por lo que se recomienda que traiga la suya propia. Pero siempre es bueno preguntar primero.
Además, recuerde que los niños pequeños son desordenados y ruidosos y planifican en consecuencia. No lleve a los niños pequeños a restaurantes elegantes. ¡Y voltea después de que hayas terminado tu comida!