Por alguna razón, su cuerpo ha sido programado para desear alimentos con alto contenido de azúcar cuando experimenta estrés. Esa es su respuesta de “vuelo”.
¿Quieres arreglar eso? Tomará algo de práctica, pero solo tiene que introducir nuevos mecanismos de afrontamiento. En lugar de permitir que su cuerpo busque la comodidad en la comida, encuentre consuelo en la meditación, el ejercicio, el diario o cualquier otra cosa que le proporcione una sensación de calma. Tu cuerpo comenzará a gravitar hacia eso, una vez que lo conviertas en un hábito.
Solía recurrir a alimentos salados / grasosos (como papas fritas) cuando estaba estresado o ansioso. Comencé a practicar meditación de respiración profunda, y ahora, es una segunda naturaleza. Encuentro que mi cuerpo comienza el proceso de “respiración profunda” incluso antes de darme cuenta de que estoy estresado. ¡No más antojos!
