Cuando comemos, cómo comemos y cómo nos sentimos mientras lo hacemos son tan importantes para la digestión como elegir los alimentos correctos. Comer demasiado rápido y no dejar suficiente tiempo para masticar significa que la comida llega al estómago antes de que las enzimas de digestión de ácidos y proteínas estén listas. El resultado es que no hay tiempo suficiente para que las enzimas estomacales funcionen, por lo que las proteínas parcialmente digeridas causan estragos a medida que se mueven a través del resto del tracto digestivo. Además, el ácido del estómago que llega tarde a la escena puede atacar la pared del estómago, causando una tendencia dolorosa a las úlceras.
El equilibrio correcto de ácido estomacal es fundamental para un sistema digestivo saludable. Desafortunadamente, algunas personas producen demasiado ácido estomacal y otras muy poco. El ácido estomacal juega un papel importante en matar microbios.