Las empresas generadoras de beneficios tienen modelos comerciales que devuelven los costos y el rendimiento de la inversión a través de la actividad comercial normal. Son autosuficientes y no requieren inversión adicional.
Las empresas sin fines de lucro tienen modelos comerciales que no tienen retorno de la inversión y, desde la perspectiva de las operaciones, solo pueden, en las circunstancias más óptimas, cubrir los costos. En la práctica, funcionan con pérdidas, lo que requiere una reinversión continua. Una organización sin fines de lucro exitosa es una que se destaca en la recaudación de fondos de individuos y empresas con fines de lucro.
Tomemos, por ejemplo, una universidad y su programa de fútbol. El entrenador es casi la persona mejor pagada en el campus, pero el presidente de la universidad generalmente no se queda atrás. El entrenador gana mucho dinero porque el fútbol es una empresa generadora de ganancias cuando un equipo tiene éxito. Un presidente universitario está bien remunerado en función de sus conexiones políticas y capacidades para recaudar fondos.
Su banco de alimentos necesita un liderazgo que sobresalga en la recaudación de fondos.
