No diría que se trata tanto de la “destrucción de nuestro aura espiritual”, ya que se trata de limitar nuestra evolución espiritual.
La mayoría de las principales tradiciones y filosofías espirituales, y auténticos maestros espirituales han enseñado y compartido constantemente contra cualquier tipo de violencia, tanto directa como indirecta, contra nosotros mismos o contra cualquier otro ser o especie.
Cuando ingerimos carne de animales, y en su mayor parte incluso secreciones de animales, no solo estamos asumiendo los atributos físicos de esas sustancias, que entonces tienen una influencia en nuestro cuerpo y cerebro, sino que también estamos tomando su energía y conciencia. Cuando el animal vive con estrés y miedo, o sufre una muerte violenta, está envuelto en la conciencia de la víctima, así como en tanto dolor y negatividad. La física básica nos enseña que la energía se transfiere, en lugar de ser creada o destruida, y por lo tanto, asumimos las energías e impresiones de aquello que permitimos que ingrese física, mental y emocionalmente.
Entonces, si una persona no se preocupa demasiado por su evolución espiritual, pero está muy obsesionada y apegada al mundo material, entonces nada de esto les importará. Pero cuando nos conectamos con la parte más profunda de lo que somos y hacemos que el camino de la expansión de la conciencia, la evolución espiritual, la autorrealización y / o la autorrealización sea nuestra prioridad, entonces es esencial ser claros y honestos acerca de cómo cada una de nuestras acciones nos está llevando hacia o lejos de nuestro objetivo, hacia o lejos del amor, Dios, espíritu, etc.
Esta es la razón por la cual un camino espiritual auténtico se basa en el menor daño y la mayor compasión. Todos los animales tienen sus propias vidas para ser líderes y valiosos para hacerlo. Por otro lado, la mayoría de las plantas nos dan una señal clara para el consumo, y no se destruyen en el proceso. Aquí es donde nuestro nivel de atención e intención también es realmente importante, para mantener a todas las especies en un espacio de cuidado consciente, amor y gratitud.