En mi opinión, la clave es sorpresa. Naturalmente, la comida gourmet es extremadamente sabrosa, tiene una textura encantadora y está preparada con extremo cuidado. Pero cuando pienso en la comida gourmet que ha sido un privilegio para mí, lo que más pienso es el elemento sorpresa: combinaciones de sabores que me atrapan por completo.
Una vez tuve el placer de comer en Jean-Georges, un restaurante de 3 estrellas Michelin en Nueva York. El plato que más recuerdo fue un plato de salmón (cocinado a la perfección mantecoso, naturalmente), en una salsa deliciosa, fina y sabrosa, con champiñones (¡seguro!) Y … jalapeños. ¿Huh? ¿Jalapeños? Eso es raro. Eso no tiene sentido. Eso es una locura Y fue absolutamente increíble. ASOMBROSO. Funcionó de una manera que no puedo comenzar a entender, y mucho menos a explicar.
Eso, mis amigos, es gourmet.