Todo depende de lo que traigas contigo al matadero: tu estado emocional, tus ideas preconcebidas, tus problemas y tu equipaje, tu relación con este pollo en particular, etc. Físicamente, no se siente como cualquier otra cosa. Es solo un conjunto de movimientos por realizar.
Por lo general, siento un poco de lástima por el pollo en cuestión que su vida está por terminar, incluso en los casos en que los estoy matando porque están terriblemente enfermos y viven en la miseria. También siento un poco de lástima por los que están perfectamente sanos y los estoy matando para comer. No siento pena por los que mato porque tienen problemas de comportamiento, como atacarme o maltratar a los otros pollos.
Cómo usted o alguien más lo sentiría podría ser totalmente diferente.
