La calidad del agua que usas es tremendamente importante. El agua clorada de la ciudad siempre afectará el delicado sabor de su producto final.
El agua se debe llevar a ebullición, no se debe dejar hervir, y se debe verter sobre las hojas de té de inmediato.
El agua pura, las hojas de té de alta calidad y una olla precalentada deben equivaler a una taza de té superior.