Originalmente, todo el té “europeo” vino de China, donde, según la leyenda, fue descubierto por primera vez.
En 1839, los funcionarios chinos, que deseaban controlar la propagación del opio, confiscaron suministros de opio a comerciantes británicos. El gobierno británico, aunque no niega oficialmente el derecho de China a controlar las importaciones, objetó esta incautación y usó su poder militar para hacer cumplir la reparación de manera violenta. Gran Bretaña declaró la guerra contra China que, como represalia, dejó de exportar té a Gran Bretaña. Las Guerras del Opio no terminaron hasta 1860.
Afortunadamente, las plantas de té habían sido contrabandeadas ilegalmente desde China algunos años antes y estaban prosperando en la India, una colonia británica. La Compañía Británica de las Indias Orientales comenzó a exportar este té justo a tiempo para salvar la bebida favorita de Gran Bretaña.
Por lo tanto, India y Gran Bretaña todavía están unidas por el té hoy. [Tomado de http://goo.gl/1DRSW]
