Aunque los pollos fueron domesticados en Europa Central por lo menos desde 1500 aC, se tomaron su tiempo para llegar al oeste. Aparecen por primera vez en la cerámica protocorintia en el siglo VII aC (he incluido un ejemplo a continuación). Curiosamente, mientras los griegos y los romanos tomaban huevos de gallina con bastante rapidez, no comían el ave con tanta frecuencia (ya que aún no había sido criado para comer, y probablemente era mucho más delgado y más duro que los pollos modernos domesticados). Los romanos extendieron el pájaro, y con el tiempo el capón se convirtió en una comida medieval favorita.
