Históricamente, las únicas personas que querrían o necesitarían contratar un probador de alimentos serían los líderes poderosos que tienen enemigos, ya sea en el ámbito político o en el crimen organizado. Dudo que este trabajo todavía exista hoy, a excepción de países quizás muy pobres por líderes que tienen poco valor para la vida humana y tienen poca seguridad.
En el mundo moderno, el riesgo de intoxicación puede eliminarse de muchas maneras, que incluyen:
- Verificaciones de antecedentes para empleados y contratistas que preparan la comida y tienen acceso a las instalaciones de preparación de alimentos.
- Las cámaras de video y la evidencia forense dificultarían envenenar a alguien y aún así salirse con la suya.
- Usar alimentos preparados que están sellados, inspeccionados en el momento de la entrega y que solo se abren cuando se usan. Los artículos de una fábrica se producen en masa y el sello tendría que romperse para manipularlo.
- Hacer que todos los que tienen acceso a la cocina pasen por un control de seguridad y prohibir los artículos personales en el área de preparación de alimentos.
- La ciencia médica ha avanzado hasta un punto donde la mayoría de los venenos pueden contrarrestarse si se detectan a tiempo. Idealmente, un líder en riesgo de ser envenenado tendría servicios médicos disponibles para tratarlos de inmediato si se los envenena, lo que aumenta la probabilidad de que sobrevivan.
Además, envenenar a alguien ha pasado de moda por una variedad de razones.
- Es más fácil de contrarrestar y es menos probable que mueran.
- Es más fácil de investigar. Probablemente podrían descubrir quién lo hizo fácilmente y tomar represalias.
- Disparos o bombardeos es actualmente la forma violenta preferida de causar la muerte de un político, ya que hace una declaración. Con las armas modernas, en realidad es más fácil disparar a un líder que envenenarlas.
- El Asesinato de personajes es la forma preferida no violenta de destruir a alguien, especialmente en situaciones en las que el líder puede ser reemplazado si el apoyo popular oscila de una manera diferente. (El asesinato de carácter es cuando se hace que la víctima se vea mal ante el público o el electorado, a través de información maliciosa (verdadera o falsa) difundida sobre ellos).
Al menos en los países modernos, los líderes ya no necesitan testar sabores y tienen otras formas de prevenir el envenenamiento.