Esa es una pregunta interesante.
Personalmente, siempre he estado muy alejado de los orígenes de cualquier alimento (de carne o de otro tipo) que como. Esto es cierto tanto cuando estoy comiendo en un restaurante, donde todo se pasa por alto, como cuando veo matar o preparar a un animal justo antes de una comida.
Dada esta sensación de desapego, creo que es poco probable que mi relación con cualquier mascota cambie más de lo que mi relación con una planta de espinacas cambiaría después de comer una ensalada.