Puede guardar algunas uvas sin semillas en el congelador.
Congelados, son crujientes y refrescantes y pueden servir como aperitivo hasta que tenga ganas de comer una comida regular.
También congele rebanadas de plátano. Saque algunos y sumérjalos en mantequilla de maní o jalea. Usted tiene un refrigerio que satisface su gusto y lo prepara para un par de horas.
Una onza de queso cheddar (o tu favorito) y una mano llena de pasas te da un impulso de proteína.
Las nueces picadas rociadas sobre el yogurt alivia el hambre, pero no te hace sentir lleno.