Los alimentos básicamente reaccionan con el oxígeno y la humedad presente en el aire. Si evitamos el suministro nuevo de oxígeno y humedad (es decir, aire), evitamos que la comida se ponga rancia porque hay muy poco oxígeno para que reaccione (se oxide).
Durante el empaque comercial, los paquetes de chips se lavan con gas nitrógeno, que es un gas inerte.