El contenido de grasa y agua de la carne está estrechamente relacionado con la dieta.
Una buena dieta (y hasta cierto punto buenos genes) aumenta el marmoleado de la carne (en otras palabras, su contenido de grasa y agua).
El contenido de proteína de la carne (fibras musculares) se establece de manera más rígida y solo cambia debido a la inanición o el ejercicio.
Las células musculares y las células grasas no aumentan en número durante la vida, solo en tamaño.