Según la leyenda, la primera taza de té se preparó en 2737 aC, cuando las hojas secas cayeron en una taza de agua hirviendo servida al emperador chino Shen Nung. Desde China, la idea del “té” se extendió por todo el mundo. Fue introducido en los Estados Unidos en 1650 por Peter Stuyvesant cuando lo trajo a los colonos que habitan Nueva Amsterdam (lo que ahora es Nueva York). El té helado se inventó en la Feria Mundial de St. Louis en 1904. También en 1904, las bolsitas de té hicieron su aparición comercial. Hoy, el té helado es aproximadamente el 80% de los 140 millones de tazas de té que los estadounidenses ingieren todos los días. El té también se puede usar para teñir la tela, hacer compresas frías para los ojos hinchados e incluso calmar las quemaduras solares. El té es una de las cuatro fuentes más comunes de cafeína para los estadounidenses.
Fuente: Bryn Mawr College