Los cachorros no ‘anhelan’ el chocolate. Los cachorros no “saben” que el chocolate es malo para ellos.
Los cachorros comerán casi cualquier cosa disponible. Digo ‘solo’ porque teníamos uno a quien no le gustaban los caramelos duros. Imagínate.
Los cachorros quieren cualquier alimento que su humano esté comiendo. O los zapatos que usa su humano. O tejidos que sus humanos han usado. Se pone mucho, mucho peor.
Los humanos anhelan el chocolate. Los humanos protegen a los cachorros (y otras mascotas) de comer cosas que son potencialmente tóxicas.