Lo más probable es que haya una vitamina / nutriente particular contenido en la fruta que está ansiando, la química de su cerebro lo sabe, sabe lo que le falta e inicia un antojo.
El único otro escenario posible es que hayas desarrollado algún tipo de conexión emocional con la comida que anhelas, y tu ser emocional está enviando una señal de que necesitas comodidad.