¡Tu cuerpo sabe lo que quiere! Si eres un comedor de chocolate, entonces tu cerebro sabe que el chocolate es una gran fuente de grasas y azúcares.
Cuando tenemos frío, nuestro cuerpo metaboliza los azúcares almacenados o consumidos, este proceso produce calor. El chocolate es una buena fuente de azúcares simples que pueden convertirse fácilmente en calor, más fácil que descomponer el glucógeno almacenado de los músculos o el hígado y mucho más rápido que descomponer las grasas almacenadas.
Tu cuerpo sabe que el chocolate será un buen impulso rápido para la calidez.
Esta respuesta asume que en realidad estás saliendo al frío, si anhelas chocolate cuando hace frío afuera, pero eres cálido y acogedor por dentro; entonces quizás solo te guste el chocolate.