Una vez que dominaron a sus adversarios, aplastaron sus tráqueas con sus poderosas mandíbulas inferiores prensiles y sofocaron la vida de sus víctimas, se reclinan en sus mesas de café con el cuello relajado y la cabeza colgando sobre el borde (donde todavía pueden ver el televisor, que está montado en la pared opuesta, boca abajo), y muerde un trozo a la vez, donde cae sobre el “techo” (ahora el piso) de la boca. Su paladar blando y su úvula forman una pseudo lengua, que ayuda a dirigir la comida hacia sus mandíbulas y dientes, sus pseudo mandíbulas ahora cerradas con sus poderosos músculos clawbitia-dentala convirtiendo la comida en un puré digestible, que luego tragan convencionalmente.
En el caso de los alimentos blandos, como el helado y las sopas, hacen uso de sus mejillas y pajas de soda.
Los Sangheili no mastican chicle, por las razones que identificaste.
