Todos los “gustos” hacen una capa en la lengua en el nivel micro. Las moléculas de sabor (en frío, es capsaicina) se unen con los receptores de sabor en la lengua, que disparan una señal al cerebro para ese sabor. La fría señal específica hace que el cerebro piense que el cuerpo ha ingerido algo venenoso, y el cerebro a su vez trata de expulsarlo del sistema. Esta es la causa de sudoración, secreción nasal y ojos llorosos. En abstracción, uno puede considerar estos ‘enlaces’ químicos como una capa, aunque físicamente no lo es.
En el nivel macro, NO, los chiles no forman una capa en la lengua.