Comida cara.
Cuando era niño, cuando iba a un restaurante, me sentaba y estudiaba el menú durante unos diez minutos más o menos. Intentaría comparar todos los precios hasta que descubriera el artículo más caro del menú.
En mi opinión, cuanto más dinero cuesta el plato = mejor será el sabor. Así que mi pobre familia terminó gastando una pequeña fortuna en lujosos platos de restaurantes con azafrán, pez espada, trufa blanca … cualquier ingrediente que podría justificar el precio exorbitante.