Las recetas de los envases de alimentos son muy efectivas e importantes para ciertas categorías y productos.
Los productos listos para consumir, como una barra de granola, jamón de deli rebanado o una manzana, tienen poca o ninguna necesidad de una receta. Los consumidores saben qué hacer con el producto.
Los ingredientes y productos menos conocidos se benefician de buenas recetas en la etiqueta. Tome corazones de alcachofa, por ejemplo. Muchos consumidores pueden no saber cómo usar o preparar corazones de alcachofa, y no se sienten cómodos intentando hacerlo. La receta puede ser un importante motor de ventas. Piensa en los filetes de salmón congelados. Es posible que los clientes no se sientan cómodos preparando salmón en casa, además de que puede ser costoso. Muchos consumidores necesitan la confianza que brinda una receta simple para probar un producto de alto costo.
Dependiendo del tamaño de la empresa y del personal disponible, el desarrollo de recetas puede ser muy complejo y científico, o podría ser la deliciosa receta de la abuela.
Las grandes compañías de productos de consumo, como General Mills, Nestlé y Kraft Foods, cuentan con personal dedicado al desarrollo de recetas. Grandes minoristas como Wal-Mart y Kroger también tienen equipos internos que crean nuevos productos y recetas para productos.
Las nuevas recetas se prueban en cocinas corporativas para facilitar la preparación, calidad, nutrición y resultados consistentes. Los equipos de desarrollo de recetas pueden contar con chefs, químicos, nutricionistas, probadores de sabor entrenados y personal de mercadeo.
¿Por qué tanta gente está apegada a los tipos de comida equivocados?
Las recetas se probarán con los consumidores comunes. Con comentarios, se puede ajustar la receta o el diseño de la receta en la etiqueta. Los productos terminados se prueban con gusto con los consumidores. Los cambios se realizan o no, en función de los comentarios. Las pruebas de sabor del consumidor se pueden realizar en diferentes áreas geográficas, ya que los gustos varían.
Las recetas buenas y fáciles de seguir son fundamentales para el éxito o el fracaso de los productos envasados al por menor. Si al consumidor le gustan los ingredientes, encuentra que la receta es fácil de seguir y cree que puede hacerlo en casa, la receta ayuda a vender el producto. La receta tiene que entregar. Si el consumidor hace con éxito una gran comida o producto con la receta, aumentan las posibilidades de repetir las ventas, y viceversa. Una receta que no es deliciosa, fácil de seguir y fácil de ejecutar matará las ventas de productos.
El producto puede ser genial, pero si el consumidor lo arruina en casa, no importa cuán maravilloso sea el producto original. Recetas bien elaboradas son importantes.