¿Qué pasaría si todos en el mundo reemplazaran el café con cocaína?

Las encuestas de Trump aumentarían.

La gente hacía café, tomaba un sorbo y pensaba “ooh, eso es amargo” y lo tiraba. Luego, media hora más tarde, le apetecería otra taza.

Mucha gente moriría. Muchos adictos nacerían. Muchas vidas se desenredarían. Entonces el café sería prohibido. Sudamérica sería rico como F sin embargo.