En la India, comer insectos era contrario al principio de Ahimsa, la creencia de la no violencia hacia los seres vivos. Debido a la difusión del budismo, también es un tabú extraoficial entre algunos en países de mayoría budista, aunque existen insectos que comen.
En el mundo occidental, la prohibición proviene de la Biblia, aunque tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento permiten el consumo de langostas. Algunos insectos están asociados con enfermedades (pulgas con peste y mosquitos con malaria y fiebre amarilla), otros destruyen propiedades (termitas), algunos lesionan a las personas con picaduras (avispas y avispones) mientras que otros son considerados plagas (moscas, chinches y cucarachas) . La asociación negativa hace que las personas quieran matar a estos insectos sin comerlos. Algunos insectos tienen asociaciones positivas, como las mariquitas, para defender los cultivos matando a otros insectos, anulando la necesidad de pesticidas. Hay insectos que producen alimentos y tejidos humanos, como las abejas y los gusanos de seda. Estos insectos están en su mayoría protegidos de la alimentación debido a su utilidad.
En el mundo musulmán, hay un gran debate entre las diferentes figuras religiosas sobre el tema. Algunos grupos dicen que depende del insecto y otros prohíben comer insectos por completo.
