Cualquier alimento o producto alimenticio cuando se consume debe descomponerse en monosacáridos o disacáridos simples, principalmente glucosa. Más tarde, la glucosa se somete a glucólisis y múltiples reacciones (es decir, vías) para proporcionar energía.
En lugar de tomar alimentos como el queso o la mantequilla (hecho de azúcares complejos) si tomamos azúcar simple como la glucosa, se digiere y se absorbe más rápido en la sangre y proporciona energía.
Además, la glucosa se administra directamente en la corriente sanguínea (a través de IV) en caso de pacientes débiles y pacientes que no pueden digerir los alimentos para proporcionar energía instantánea.
Esa es también la razón por la que las SRO (soluciones de rehidratación oral) administradas a los bebés también están hechas de azúcares simples como la glucosa.
