¿Los Santos de los Últimos Días aprueban las bebidas descafeinadas?

Los científicos de LDS han postulado muchas teorías sobre qué químicos en el café y el pueden o no contribuir a la proscripción de Dios de que “no son para el estómago”. Podría ser la cafeína, podría ser el ácido tánico o podría ser algún carcinógeno desconocido que aún no conocemos. Al final del día, nos abstenemos de tomar café y té simplemente porque es un mandamiento de Dios para hacerlo, y lo seguimos.

Dicho esto, bajo la orientación de un consejero profético, también se nos ha aconsejado sobre los beneficios de evitar la ingesta excesiva de cafeína, como la que se encuentra en muchas bebidas de refuerzo (ver The Energy Drink Epidemic).

Creo que el principio se puede resumir de esta manera: si algo es adictivo o nocivo, evite ponerlo en su cuerpo.