Como sabemos, las cebollas pueden hacerte llorar. ¿Hay alguna fruta o planta que pueda obtener otra reacción de los humanos?

El árbol más mortífero del mundo

El árbol de Manchineel

“manzanilla de la muerte”

Hippomane mancinella, el árbol de manchinela de hoja perenne, crece hasta 15 metros (49 pies) de altura. Tiene corteza de color gris rojizo, pequeñas flores de color amarillo verdoso y hojas verdes brillantes. Las hojas son simples, alternas, muy finamente dentadas o dentadas, y de 5-10 cm (2-4 in) de largo.

Las espigas de pequeñas flores verdosas son seguidas por frutas, que son similares en apariencia a una manzana, son de color verde o amarillo verdoso cuando están maduras. La fruta es venenosa

El árbol contiene 12-deoxy-5-hydroxyphorbol-6-gamma-7-alpha-oxide, hippomanins, mancinellin, y sapogenin, phloracetophenone-2,4-dimethylether está presente en las hojas, mientras que las frutas poseen fisostigmina.

Cuando se ingiere, la fruta es supuestamente “agradablemente dulce” al principio, con una “extraña sensación picante que progresa gradualmente a una sensación de ardor y desgarro y opresión en la garganta”. Los síntomas continúan empeorando hasta que el paciente “apenas puede tragar alimentos sólidos debido al dolor insoportable y la sensación de una enorme protuberancia faríngea obstructiva”.

Toxicidad

Todas las partes del árbol contienen toxinas fuertes, algunas no identificadas. Su savia blanca lechosa contiene forbol y otros irritantes cutáneos, produciendo una fuerte dermatitis alérgica.

Estar de pie debajo del árbol durante la lluvia causará ampollas en la piel por el mero contacto con este líquido (incluso una pequeña gota de lluvia con la sustancia lechosa causará que la piel se queme como ácido y ampollas).

También se sabe que la savia daña la pintura de los automóviles.

Quemar cualquier parte del árbol causará lesiones oculares, por lo que si el humo llega a tus ojos, quedarás ciego.

El contacto con su savia lechosa (látex) produce dermatitis bullosa, queratoconjuntivitis aguda y posiblemente grandes defectos epiteliales corneales.