La dificultad de recordar la línea.
“Dame una cerveza” o “Tomaré una cerveza” o “Cerveza” son más fáciles de recordar que nombrar específicamente una cerveza cuando actúas en una escena de bar. La mayoría de los actores (especialmente aquellos sin una gran experiencia escénica) tienen dificultades para recordar líneas, por lo que los guionistas y los directores a menudo “simplifican” el guión para asegurarse de que los intérpretes menos capaces no busquen continuamente lo que debería ser una línea muy simple.
También existe la posibilidad de que el actor no prefiera la marca escrita (y esto puede engendrar una expresión facial que requiera un corte) o que ellos mismos no sean bebedores, haciendo que todos, salvo los mejores, tiendan a arruinar una toma al refutar una línea.