La cafeína puede ser buena, mala o neutral para usted. Depende de muchos factores, como la edad, la genética, etc. Pero la edad es un factor predominante. Y si eres un niño, puede ser realmente malo para ti. Pero, ¿cómo estas bebidas con cafeína afectan a sus hijos?
Psicológico y Fisiológico
El cerebro de un niño tiende a ser un poco más sensible a los efectos de la cafeína que el cerebro de los adultos, lo que explica por qué es más fácil para los niños desarrollar dependencia de la cafeína.
La cafeína inhibe el neurotransmisor Adenosina, que es responsable del sueño. Los usos continuos de cafeína pueden crear problemas para dormir. Eso podría provocar que los niños se despierten la mayor parte de la noche. La cafeína aumenta la liberación de adrenalina y dopamina, que hacen que el corazón lata más rápido, puede hacer que sean hiperactivos, nerviosos y ansiosos. Dilata los vasos sanguíneos haciéndolos orinar más que hace que el cuerpo excrete calcio.
Deficiencia nutricional-
Además de disminuir el apetito, las bebidas con cafeína a menudo contienen calorías vacías (calorías que no proporcionan ningún nutriente) y los niños que las consumen no obtienen las vitaminas y los minerales que necesitan, lo que los pone en riesgo de deficiencias nutricionales. Servir café o té a su bebé con las comidas puede interferir con la absorción adecuada de Calcio y hierro. (que es fundamental para el crecimiento de huesos y dientes en niños).
Problema dental: Beber demasiadas bebidas endulzadas con cafeína podría llevar a que las caries dentales formen el alto contenido de azúcar y la erosión del esmalte dental debido a la acidez. Entonces, el pequeño consejo es mantener a sus hijos alejados de los refrescos y cambiarse a algunas fuentes alternativas saludables como el jugo de frutas.
Puedes mirar videos y entenderlos mejor-
