Soy una mujer y mis padres siempre han compartido la misma responsabilidad, en todo el sentido de la palabra. Ambos son profesionales, aman su trabajo y no les importaría entrar en la cocina si la doncella se ha tomado un día libre. Y ese ‘deber’ no se limita a mi madre porque resulta ser una mujer.
En ese sentido, cada vez que un invitado viene a nuestro lugar, mi padre nunca esperaría que las mujeres de la casa tomaran el refrigerio. Saltaría de su asiento, ayudaría en la cocina y no le importaría servir lo mismo a los invitados también. Él no clasifica las tareas como ‘Masculinas’ o ‘Femeninas’ y no piensa en encogerse ante algo que las mujeres hacen convencionalmente (verduras, cocina, etc.)
Mi papá es un gran cocinero, una feminista hardcore y me enorgullece el hecho de que la relación de mis padres me dio una perspectiva más saludable de la vida.
Así que sí, no todas las familias se componen de relaciones desequilibradas y responsabilidades unilaterales. 😀