No hay una mejor manera de limpiar el pollo hasta donde yo sé.
El único objetivo es velar por que toda la sangre, la suciedad y la materia no deseada se eliminen para evitar la contaminación.
Las piezas de pollo primero se enjuagan en agua y luego se lavan una por una bajo agua corriente y se vuelven a enjuagar hasta que el agua permanezca limpia.
Drena el agua del pollo y todo está listo.